miércoles, 12 de mayo de 2010

FÁBULA DE LENGUA

Escribe una fábula que conozcas (Si no conoces ninguna, pide a alguien que te la cuente)
Sólo hay una condición. para publicar tu comentario, debes leer las que ya hayan sido publicadas para no repetirlas.

13 comentarios:

Anónimo dijo...

Erase una vez un niño llmado Pedro. Pedro era un niño pastor y muy bromista, solía gastar bromas como pro ejemplo: ¡ Que viene el lobo ! Pero todo era mentira nunca venía ningún lobo. Un día vino un lobo de verdad y Pedro avisó a su familia pero esta vez no le creyeron. Cuando su familia se dió cuenta el lobo ya se habñía comido gram parte del rebaño de ovejas. Desde aquel día Pedro dejó de gastar bromas.

FIN
Elena Domínguez - Palacios Barros.

Anónimo dijo...

Erase una vez un niño que se llamaba Carlos, Carlos se llevaba las tardes y las tardes estudiando y otro niño llamado Fran o también llamado Francis que se llevaba todas las tardes jugando y riéndose de Carlos.Pero el día 23 de junio,Carlos y Francis recibieron sus notas.Ese día el esfuerzo de Carlos fue premiado saco todo sobre saliente SB. Y Francis todo suspenso INS.Carlos se quedo disfrutando todo el verano y Francis se tuvo que quedar a estudiar todo el verano. Y Francis aprendio que todo sacrificio tiene una recompensa y nunca más se río de Carlos.






MARIO CABALLERO CABALLERO 5B

Anónimo dijo...

Érase una vez un perro que tenía mucha hambre. Todas las mañanas iba a la carnicería a que el dueño le diera un chuletón, Y el dueño se lo daba. El perro iba por un puente cuando de repente miró al agua y vió a su reflejo aunque él se creía que era un perro de su misma raza más grande que él y con un chuletón más grande, el perro quería el hueso de el otro y por avaricioso se tiró al agua, soltó su chuletón, e intentó coger el otro culetón y, como era su reflejo, no se quedó con ningún chuletón, se fue con el rabo entre las piernas y desde ese día se conformaba con lo que le daban.


FIN
Daniel Nieto.

Anónimo dijo...

Cantó la cigarra durante todo el verano, retozó y descansó, y se ufanó de su arte, y al llegar el invierno se encontró sin nada: ni una mosca, ni un gusano.

Fue entonces a llorar su hambre a la hormiga vecina, pidiéndole que le prestara de su grano hasta la llegada de la próxima estación.

-- Te pagaré la deuda con sus intereses; -- le dijo --antes de la cosecha, te doy mi palabra.

Mas la hormiga no es nada generosa, y este es su menor defecto. Y le preguntó a la cigarra:

-- ¿ Qué hacías tú cuando el tiempo era cálido y bello ?

-- Cantaba noche y día libremente -- respondió la despreocupada cigarra.

-- ¿ Conque cantabas ? ¡ Me gusta tu frescura ! Pues entonces ponte ahora a bailar, amiga mía.

No pases tu tiempo dedicado sólo al placer. Trabaja, y guarda de tu cosecha para los momentos de escasez.

Anónimo dijo...

Cantó la cigarra durante todo el verano, retozó y descansó, y se ufanó de su arte, y al llegar el invierno se encontró sin nada: ni una mosca, ni un gusano.

Fue entonces a llorar su hambre a la hormiga vecina, pidiéndole que le prestara de su grano hasta la llegada de la próxima estación.

-- Te pagaré la deuda con sus intereses; -- le dijo --antes de la cosecha, te doy mi palabra.

Mas la hormiga no es nada generosa, y este es su menor defecto. Y le preguntó a la cigarra:

-- ¿ Qué hacías tú cuando el tiempo era cálido y bello ?

-- Cantaba noche y día libremente -- respondió la despreocupada cigarra.

-- ¿ Conque cantabas ? ¡ Me gusta tu frescura ! Pues entonces ponte ahora a bailar, amiga mía.

No pases tu tiempo dedicado sólo al placer. Trabaja, y guarda de tu cosecha para los momentos de escasez.


Pablo León 5-B

Anónimo dijo...

LA ZORRA Y EL CHIVO

Un día una zorra estaba paseando por el bosque y vio un pozo se asomo por que tenia mucha sed y cayo al pozo.

Llegó más tarde al mismo pozo un chivo sediento, y viendo a la zorra le preguntó si el agua era buena. Ella, ocultando su verdadero problema, se deshizo en elogios para el agua, afirmando que era excelente, e invitó al chivo a descender y probarla donde ella estaba.

Sin más pensarlo saltó el chivo al pozo, y después de saciar su sed, le preguntó a la zorra cómo harían para salir allí.

Dijo entonces la zorra:

-- Hay un modo, que sin duda es nuestra mutua salvación. Apoya tus patas delanteras contra la pared y alza bien arriba tus cuernos; luego yo subiré por tu cuerpo y una vez afuera, tiraré de ti.

Le creyó el chivo y así lo hizo con buen gusto, y la zorra trepando hábilmente por la espalda y los cuernos de su compañero, alcanzó a salir del pozo, alejándose de la orilla al instante, sin cumplir con lo prometido.

Cuando el chivo le reclamó la violación de su convenio, se volvió la zorra y le dijo:

-- ¡ Oye socio, si tuvieras tanta inteligencia como pelos en tu barba, no hubieras bajado sin pensar antes en cómo salir después !



Antes de comprometerte en algo, piensa primero si podrías salir de aquello, sin tomar en cuenta lo que te ofrezcan tus vecinos.

Anónimo dijo...

LA LIEBRE Y LA TORTUGA.
La liebre y la tortuga vivían en el mismo bosque .
La liebre siempre iba corriendo a todos los sitios. Tortuga siempre muchísimo más lenta la liebre cada vez que pasaba por el lado le decía ¡torpe que eres una torpe!. Ese mismo día la liebre le dijo a la tortuga si querían hacer una carrera. Llego el gran momento "la carrera". Todos los animales del bosque animaron a la tortuga porque siempre oían presumir a la tortuga, todos querían darle una lección. Pero.... la liebre sabía que no tenía nada que hacer la tortuga. Empezó el momento "la salida" la liebre se puso en cabeza, se paro a descansar porque veía que la tortuga no venia se paro a comer otras zanahorias. Vio que la tortuga se adelanto demasiado. La liebre se apresuro, la liebre no se lo podía creer y por fin ganó la tortuga.



Luis vega 5b.

Anónimo dijo...

LA LIEBRE Y LA TORTUGA.
La liebre y la tortuga vivían en el mismo bosque .
La liebre siempre iba corriendo a todos los sitios. La tortuga siempre iba muchísimo más lenta. La liebre cada vez que pasaba por el lado le decía ¡torpe que eres una torpe!. Ese mismo día la liebre le dijo a la tortuga si querían hacer una carrera. Llego el gran momento "la carrera". Todos los animales del bosque animaron a la tortuga porque siempre oían presumir a la liebre, todos querían darle una lección. Pero.... la liebre sabía que no tenía nada que hacer, la tortuga. Empezó el momento "la salida" la liebre se puso en cabeza, se paro a descansar porque veía que la tortuga no venia se paro a comer otras zanahorias.Y.... ¡Vio que la tortuga se adelanto demasiado!. La liebre se apresuro, la liebre no se lo podía creer y por fin ganó la tortuga.



Luis vega 5b.

Anónimo dijo...

EL CONSEJO DE LOS RATONES
En Ratómpolis se presentó un enorme gato que perseguía sin piedad a todos los habitantes de la comarca.
Los ratones, desesperados, se reunieron en un consejo para ver como solucionar el asunto.
El elocuente Roequeso propuso atarle un cascabel al forastero;de esta manera lo oirían llegar y podrían protegerse de sus ataques.
Todos estuvieron de acuerdo con Roequeso; su idea era genial.
-¿Y quién será el encargado de ponérselo?- preguntó el presidente del consejo.
-Yo soy corto de vista- alegó uno.
-Y yo muy viejo-dijo otro.
Y así, uno a uno, todos se disculparon ante el consejo.
MORALEJA:
''Opinar es fácil, lo difícil es actuar

MARÍA SORIANO 5ºB

Anónimo dijo...

"LA GALLINA DE LOS HUEVOS DE ORO"

Erase una vez un gallinero y su esposa tenían una gallina que cada día ponía un huevo de oro.
Creyeron que en la barriga tendrían un gran lingote de oro, y decidieron matarla para conseguirlo de una sola vez.
Cual fue su sorpresa, cuando vieron que era una gallina como las demás, y esperando hacerse ricos de golpe, se quedaron sin el huevo de oro diario.

MORALEJA: Siempre hay que estar contentos con lo que tenemos, y huir de la codicia.



JAIME DE LA MORENA ONTALBA 5.B

Anónimo dijo...

El ratón de campo fue a visitar a su amigo nacho a un lugar llamado "tomares" el ratón de campo dice que vayamos al campo, pero nacho dice que vayamos a su casa en el pueblo, y nacho tambien decia que su comida era muy pequeña para él. Los dos discutian y discutian y al final nacho se arto le cogio de la pata, y dijo vamonos a mi casa y asi podremos comer mejor azme caso fueron a la casa de nacho se artaron de comer y se empacharon nacho de comer espaguettis y el ratón de campo de queso, y dice el ratón de campo nacho ahora toca ir a mi casa del campo se fueron y dice nacho ahora toca unos refrescos el retó dijo que vale y el se tomó una fanta y nacho una cocacola y se empacharon más aún y les dolía la barriga mucho y nacho se fue para su casa a dormir y el ratón de campo hizo lo mismo



FIN



NACHO JIMENEZ OROZCO5ºB

Anónimo dijo...

La tortuga y la liebre.


En el mundo de los animales vivía una liebre muy orgullosa, porque ante todos decía que era la más veloz. Por eso, constantemente se reía de la lenta tortuga.

-¡Miren la tortuga! ¡Eh, tortuga, no corras tanto que te vas a cansar de ir tan de prisa! -decía la liebre riéndose de la tortuga.

Un día, conversando entre ellas, a la tortuga se le ocurrió de pronto hacerle una rara apuesta a la liebre.

-Estoy segura de poder ganarte una carrera -le dijo.

-¿A mí? -preguntó, asombrada, la liebre.

-Pues sí, a ti. Pongamos nuestra apuesta en aquella piedra y veamos quién gana la carrera.

La liebre, muy divertida, aceptó.

Todos los animales se reunieron para presenciar la carrera. Se señaló cuál iba a ser el camino y la llegada. Una vez estuvo listo, comenzó la carrera entre grandes aplausos.

Confiada en su ligereza, la liebre dejó partir a la tortuga y se quedó remoloneando. ¡Vaya si le sobraba el tiempo para ganarle a tan lerda criatura!

Luego, empezó a correr, corría veloz como el viento mientras la tortuga iba despacio, pero, eso sí, sin parar. Enseguida, la liebre se adelantó muchísimo.Se detuvo al lado del camino y se sentó a descansar.

Cuando la tortuga pasó por su lado, la liebre aprovechó para burlarse de ella una vez más. Le dejó ventaja y nuevamente emprendió su veloz marcha.

Varias veces repitió lo mismo, pero, a pesar de sus risas, la tortuga siguió caminando sin detenerse. Confiada en su velocidad, la liebre se tumbó bajo un árbol y ahí se quedó dormida.

Mientras tanto, pasito a pasito, y tan ligero como pudo, la tortuga siguió su camino hasta llegar a la meta. Cuando la liebre se despertó, corrió con todas sus fuerzas pero ya era demasiado tarde, la tortuga había ganado la carrera.

Aquel día fue muy triste para la liebre y aprendió una lección que no olvidaría jamás: No hay que burlarse jamás de los demás. También de esto debemos aprender que la pereza y el exceso de confianza pueden hacernos no alcanzar nuestros objetivos.

Jesús

Anónimo dijo...

El pato y la serpiente.

A orillas de un estanque
diciendo estaba un pato:
¿A qué animal dio el cielo
los dones que me ha dado?
Soy de agua, tierra y aire.
Cuando de andar me canso,
si se me antoja, vuelo,
si se me antoja, nado.
Una serpiente astuta,
que le estaba escuchando,
le llamó un silbo,
y le dijo: Seor guapo,
no hay que echar tantas plantas;
pues ni anda como el gamo,
ni vuela como el sacre,
ni nada como el barbo.
Y así tenga sabido
que lo importante y raro
no es entender de todo,
sino ser diestro en algo.

Más vale saber una cosa bien, que muchas mal.

PAULA VÁZQUEZ SANTIAGO 5B